Así como a principios de siglo pasado la Argentina se convirtió en uno de los destinos principales para los españoles que llegaban a "hacerse la América", ahora el país vuelve a ser uno de los mayores receptores de personas que escapan de la crisis en la Península Ibérica. La diferencia es que en esta oportunidad, la mayoría de los que salen de España tienen esta nacionalidad pero nacieron en Argentina.
Según los datos del Padrón de Españoles Residentes en el Extranjero (PERE), nuestro país es uno de los lugares más elegidos por quienes huyen del desempleo y los bajos salarios del país ibérico. Así es que ya residen en Argentina unas 367.900 personas de nacionalidad española, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística (INE) español.
Según un informe oficial, por mes, se calcula que llegan a nuestro país desde España 1.200 jóvenes. Muchos de los que volvieron lo hicieron en el marco del Plan de Retorno Voluntario, lanzado por el gobierno español para que, ayudados financieramente por el Estado, los inmigrantes puedan regresar a sus países de origen. Además de Argentina, este fenómeno se vio en Cuba y en Brasil.
En 2008, antes de que comenzara el retorno de los inmigrantes, el 11,3% de la población española estaba compuesta por inmigrantes. En ese momento, unos 26.000 residían en el país Ibérico en forma ilegal (llegó a haber 60.000). Ese fue el punto que más molestó a algunos argentinos en esta nueva historia del cambiante flujo migratorio entre ambas naciones. Cuando dos millones de españoles arribaron al país a fines del siglo XIX y principios del pasado, Argentina los recibió con los brazos abiertos, comparan.
En 2009, más de 7.000 argentinos han decidido dejar tierras españolas para encontrar un empleo pero esta vez cerca de sus familias. La cifra se triplicó en los últimos años.